Al pensar en encimeras para la cocina o el baño, me planteé varias opciones, y una de las más populares es el cuarzo. De hecho, cerca del 40% de las encimeras de cocina instaladas en hogares modernos son de cuarzo debido a su durabilidad y versatilidad. Sin embargo, la preocupación de si los geles y otros líquidos podrían afectar su superficie es común entre los usuarios. Yo también compartí esa duda, así que investigué a fondo.
Especialistas de la industria de superficies como Silestone y Caesarstone, dos grandes nombres en la fabricación de material de cuarzo, aseguran que el cuarzo es altamente resistente a las manchas. Esto se debe en parte a su composición; el cuarzo está compuesto en un 90% por material natural y un 10% de resina polimérica, lo que le otorga una superficie no porosa. Esta característica es crucial porque una superficie no porosa no absorbe líquidos con facilidad, minimizando las manchas permanentes.
Pero, ¿qué pasa con los geles? Imaginemos que un gel se derrama sobre una encimera de cuarzo. La clave aquí es el tiempo de exposición. Si bien la mayoría de los geles no dejan manchas inmediatas, es recomendable limpiar la superficie lo más pronto posible. Esto no solo mantiene la encimera limpia, sino que también previene cualquier reacción química que a largo plazo podría alterar ligeramente la superficie. Sin embargo, fabricantes como Silestone prometen que sus encimeras pueden soportar sustancias comunes sin cambiar de color ni perder brillo.
Entonces, a la pregunta: ¿el cuarzo se mancha con geles? La respuesta basada en hechos es, generalmente, no, siempre y cuando el derrame se limpie rápidamente. Este material fue diseñado para resistir el uso diario y es una opción práctica para quienes buscan longevidad y resistencia. De hecho, la mayoría de las empresas ofrecen una garantía de 15 a 25 años para productos de cuarzo, lo que refleja su confianza en esta resistencia.
Así que, si estás considerando una encimera que combine estilo y funcionalidad, el cuarzo se mancha menos que otros materiales, lo cual es un punto a su favor. Además, las encimeras de cuarzo son fáciles de mantener: un simple paño húmedo y un jabón suave suelen ser suficientes para mantenerlas impecables. Por supuesto, evitar el uso de limpiadores abrasivos ayudará a preservar su acabado.